Un emprendimiento colombiano que le apuesta a crear carne a base de plantas

En marzo del año de 2018 nace oficialmente El Artesano, un emprendimiento colombiano que le apuesta a crear carne a base de plantas, y otros productos veganos con ingredientes locales capaces de reemplazar nutricionalmente a la carne, el pollo o la leche

Después de un par de años de fortalecer nuestra identidad como productores de alimentos veganos o alimentos a base de plantas y conocer a nuestros clientes, tuvimos la fortuna de ser ganadores del Fondo Emprender del SENA. Fue un proceso magnífico que nos permitió fortalecer nuestro modelo de negocio y enfocarnos en el desarrollo comercial de la compañía. Pasamos de cocinar y experimentar con vegetales en una cocina casera a poder establecer una pequeña planta de producción exclusiva para producir alimentos sin carne, en el municipio de Funza en Cundinamarca.

Pasamos de tener una visión sobre alimentos veganos muy difusa y reducida a entender el potencial que tenía esta iniciativa y conocer las necesidades que tienen muchos de nuestro cliente a la hora de adoptar una alimentación a base de plantas. Nos enamoramos del problema, pero también de la solución. Entendimos los vacíos, expectativas y “dolores” de un público con necesidad de encontrar alternativas de proteína vegetal que lograran suplir sus necesidades nutricionales. Con esta idea desarrollamos un chorizo a base de plantas, utilizando verduras, quinoa y orellanas (seta), que no solo fuera práctico y delicioso sino, además, nutritivo y saludable.

Para nuestro asombro, nos dimos cuenta de que había muchas más personas de las que habíamos logrado imaginar, personas que buscaban alternativas a productos cárnicos pero que no eran precisamente veganos o vegetarianos, muchas de estas personas sufrían de intolerancia a la carne, pollo, leche y huevo, o presentaban alergias a productos industriales usados en estas industrias, muchas otras buscaban una alternativa a la carne por que eran conscientes del impacto negativo que causa una alimentación tradicional en el medioambiente, muchos otros lo hacían por conciencia animal y social, y muchos otros se sentían fascinados por saber a que sabia una carne hecha con plantas. Sin importar cual fuera su razón, supimos que había una necesidad clara en la sociedad y queríamos sumarnos al cambio.

Con el capital semilla vino la etapa de crecimiento y expansión del mercado. A partir de ahí el trabajo duro rindió sus frutos y otras entidades pusieron sus ojos en nosotros. Entendimos bien que todo negocio debe propender por mejorar las condiciones de su entorno. Es así como nos propusimos desarrollar nuestra cadena de producción y abastecimiento con los menores intermediarios posibles. Quisimos darles protagonismo a los productores campesinos desarrollando productos con valor agregado y utilizando ingredientes orgánicos de productores y asociaciones locales.

Consolidamos alianzas estratégicas con los negocios verdes de la CAR y el Ministerio de Agricultura. Participamos de varias exposiciones y ferias agropecuarias con la Alcaldía de Funza, La Cámara de Comercio de Facatativá y El Ministerio de Medio Ambiente. Nos invitaron a distintos mercados y ruedas de negocios sectoriales con ProColombia y la Alcaldía de Bogotá. Llegó una época de escalamiento positivo al mismo tiempo que las dolencias de crecer. Nos enfrentamos a terrenos desconocidos y a muchas pruebas de ensayo y error. De manera paralela tuvimos que desarrollar estrategias para posicionar nuestra marca y desarrollar nuevos productos a base de plantas.

En conjunto nos reunimos largas horas para solucionar problemas logísticos, flujo de caja, proveeduría o coordinar y decidir sobre la estrategia de expansión y consolidación. Muchos desaciertos cometidos y muchas decisiones erróneas fueron la fuente más interesante y valiosa de aprendizaje. Los clientes insatisfechos, sus críticas y observaciones y las sugerencias de nuestros aliados, siempre escuchadas y bienvenidas, fueron y serán igualmente una fuente inagotable para seguir robusteciendo nuestra promesa de valor.

Hoy en día, y más que nunca, en El Artesano creemos en la innovación y en el cambio que moldea nuevas maneras de consumo. Con nuestras marcas Verdi, Next Food y Kinwua, además de las que vienen en camino, esperamos continuar con la expansión territorial y ser referentes en el mercado nacional ofreciendo alternativas prácticas a base de proteína vegetal. Las fronteras cada día son más difusas y nuestros sueños son cada vez más grandes. El Artesano espera llegar a cualquier persona en el mundo que busque una alimentación saludable y que comparta nuestra revolución por la comida consciente y sostenible.

¡Súmate a la cuarta proteína!